Quito, 14 de julio de 2025 – El país enfrenta una de las peores caídas en su producción de petróleo en los últimos años, con una reducción de casi el 86 % según cifras no oficiales divulgadas por medios económicos. Esta baja significativa ha encendido las alarmas tanto en el sector energético como en el gobierno.
La empresa estatal Petroecuador atribuye esta situación a múltiples factores: conflictos sociales en zonas de extracción, fallas técnicas en campos clave, y retrasos logísticos en el transporte del crudo. Además, se han reportado sabotajes y paralizaciones temporales en estaciones de bombeo del Oriente ecuatoriano.
El impacto no es menor: el petróleo representa cerca del 30 % de los ingresos del Estado, y su desplome podría agravar el ya debilitado presupuesto fiscal. Analistas advierten que de mantenerse esta tendencia, se verán afectadas áreas sensibles como subsidios, gasto social y proyectos de inversión pública.
Desde el Ministerio de Energía se informó que ya se ejecutan acciones de contingencia, incluyendo el despliegue de personal técnico especializado, reparaciones de emergencia y diálogo con comunidades amazónicas para evitar bloqueos.
La situación también podría repercutir en el panorama político, con llamados desde la Asamblea para exigir un informe urgente y responsabilidades dentro de la cadena de producción.
📉 Una economía tan dependiente del petróleo no puede darse el lujo de detenerse. El país observa con preocupación y espera soluciones inmediatas.