El regreso de bases militares extranjeras y el corte de fondos a partidos políticos son los ejes centrales de un referendo que servirá como termómetro de cara a las presidenciales de 2025.
(Quito, 10 de noviembre de 2025) — A menos de una semana de una nueva cita democrática, el ambiente político en Ecuador se tensa al máximo. Este próximo domingo 16 de noviembre, los ecuatorianos volverán a las urnas convocados por el presidente Daniel Noboa para decidir sobre reformas constitucionales que podrían redibujar el mapa de seguridad y la estructura política del país. Más allá de las preguntas en la papeleta, analistas coinciden en que esta jornada será el verdadero medidor de la popularidad del mandatario, quien busca consolidar su imagen de "mano dura" antes de la campaña oficial para su reelección en 2025.
El eje más controvertido de esta consulta es, sin duda, la pregunta que busca reformar el artículo 5 de la Constitución para permitir nuevamente el establecimiento de bases militares extranjeras en territorio nacional. Esta prohibición, vigente desde la Constitución de Montecristi en 2008 y que llevó a la salida de la Base de Manta (operada por EE.UU.), es vista por el gobierno actual como un "candado" que impide una lucha efectiva contra el narcotráfico transnacional. El oficialismo argumenta que la cooperación internacional en el terreno es vital para enfrentar la ola de violencia que, paradójicamente, hoy mismo ha dejado decenas de muertos en la cárcel de Machala.
Por otro lado, la propuesta de eliminar el financiamiento estatal a las organizaciones políticas para sus campañas electorales ha ganado tracción popular bajo un discurso de austeridad y rechazo a la "vieja clase política". Sin embargo, sectores de oposición y expertos electorales advierten que esta medida podría abrir la puerta a la privatización de la política, donde solo los candidatos con grandes fortunas personales o, peor aún, financiados por dinero ilícito, tendrían opciones reales de competir, debilitando el sistema democrático pluralista.
La campaña por el "Sí" ha sido liderada directamente por la figura del presidente, quien ha utilizado sus recientes cadenas nacionales y apariciones públicas para vincular la aprobación de estas reformas con la supervivencia misma del Estado frente al crimen organizado. En la vereda opuesta, movimientos sociales, indígenas y partidos de izquierda han llamado a votar "No", denunciando lo que consideran una entrega de la soberanía nacional y un intento de concentración de poder por parte del Ejecutivo.
Esta semana será decisiva. Con un electorado fatigado por constantes procesos electorales y una crisis económica que no da tregua, el nivel de ausentismo y el voto nulo podrían jugar un papel inesperado. El resultado de este domingo no solo definirá si regresan los militares extranjeros a suelo ecuatoriano, sino que marcará el tono y las posibilidades reales de Daniel Noboa para mantenerse en el Palacio de Carondelet más allá de este periodo de transición.