[Quito, 20/05/2025] 

En una reunión sin precedentes celebrada esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzó un acuerdo que expertos califican como “histórico” para fortalecer la cooperación internacional en la prevención y respuesta ante futuras pandemias.

El pacto, resultado de meses de negociaciones entre más de 190 países miembros, establece un marco global para mejorar la detección temprana de brotes, el intercambio transparente y rápido de información epidemiológica, y el acceso equitativo a vacunas, tratamientos y suministros médicos esenciales.

La directora general de la OMS, en una rueda de prensa, destacó que este acuerdo es un “compromiso sin precedentes” para evitar que el mundo vuelva a enfrentar una crisis sanitaria de la magnitud provocada por la pandemia de COVID-19. “La lección más importante es que la salud global es una responsabilidad compartida”, afirmó.

Entre los puntos clave del acuerdo se encuentran:

Analistas internacionales señalan que, aunque el acuerdo representa un avance significativo, su éxito dependerá en gran medida de la voluntad política de los países para implementar las medidas y financiar los mecanismos acordados.

Además, algunos expertos advierten que la pandemia de COVID-19 dejó expuestas debilidades estructurales en la gobernanza global de la salud, y que este acuerdo deberá ser acompañado por un monitoreo riguroso y mecanismos de rendición de cuentas.

En definitiva, este nuevo marco pretende que la comunidad internacional pueda reaccionar con mayor rapidez y coordinación, minimizando el impacto sanitario, social y económico de futuras amenazas globales.

Con esta iniciativa, la OMS espera que la humanidad pueda estar mejor preparada para enfrentar cualquier nuevo virus o enfermedad que pueda surgir, protegiendo la salud de millones de personas alrededor del mundo.