El presidente Donald Trump sorprendió este martes 2 de julio con declaraciones en las que aseguró— no requerirá grandes sumas de dinero para reforzar la seguridad fronteriza, pues, según él, los cruces migratorios se han reducido a niveles mínimos, en comparación con la administración de Joe Biden.
“Ya no se necesita mucho presupuesto porque los cruces han bajado casi a cero”, afirmó durante una entrevista radial, haciendo alusión a las medidas que, a su juicio, permitieron frenar el ingreso irregular de migrantes por la frontera sur de Estados Unidos.
Estas declaraciones llaman la atención debido a que su equipo impulsó recientemente un paquete presupuestario histórico, denominado informalmente el "Big Beautiful Bill", que asignó más de 100.000 millones de dólares para financiar el fortalecimiento de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), aumentar el número de agentes fronterizos, construir centros de detención y ampliar la vigilancia en toda la franja limítrofe con México.
El presupuesto aprobado por el Congreso con apoyo republicano fue promovido como una pieza clave en el proyecto político de Trump. Sin embargo, ahora el expresidente afirma que no será necesario ejecutar todo ese dinero, al menos en la magnitud planeada, porque las condiciones habrían cambiado favorablemente.
Aunque no presentó cifras oficiales, Trump insiste en que la presión migratoria se ha reducido drásticamente, gracias —según él— a la “disuasión” lograda con su política de “mano dura” en años anteriores. Críticos, sin embargo, señalan que esta afirmación no coincide con los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que muestra que si bien hay una ligera baja, los flujos migratorios siguen siendo volátiles.
Además, desde organismos de derechos humanos se ha advertido que este tipo de declaraciones pueden ser usadas como discurso político para reducir el escrutinio sobre gastos públicos masivos que no necesariamente han dado resultados sostenibles.
🧭 ¿Qué implica esto?
- Reducción en nuevas inversiones fronterizas: Trump insinuó que podría recortar o redirigir fondos en caso de retomar el control de la Casa Blanca.
- Tensión con sectores del Congreso: El ala dura republicana había defendido el gasto como indispensable. Ahora, las palabras de Trump generan incomodidad entre algunos legisladores que votaron a favor del paquete.
- Cambio de narrativa: El discurso que antes priorizaba “seguridad total en la frontera” comienza a girar hacia la eficiencia económica, buscando mostrar “resultados ya obtenidos” sin mayores costos.
La frontera sur ha sido uno de los temas centrales del discurso de Trump desde su primera campaña en 2016. El famoso lema “Build the Wall” (construyan el muro) simbolizó su política migratoria. Hoy, con las elecciones presidenciales de noviembre en el horizonte, el exmandatario busca proyectar una imagen de victoria lograda, en contraste con el enfoque de Biden, al que acusa de “debilidad” en el manejo de la crisis migratoria.
Los demócratas, por su parte, señalan que las propuestas de Trump son inconsistentes y que no abordan las causas estructurales de la migración, como la violencia, la pobreza y el cambio climático en Centroamérica.
Las afirmaciones de Trump sobre no necesitar “mucho dinero” para la frontera abren un nuevo capítulo en el debate migratorio en Estados Unidos. Aunque intenta transmitir que la crisis ha sido controlada, expertos advierten que el flujo de personas en busca de asilo o mejores condiciones de vida no ha desaparecido, y que las soluciones deben ir más allá de medidas de contención.
Por ahora, queda por ver si sus palabras se traducirán en ajustes reales al millonario presupuesto aprobado o si forman parte de una estrategia política de campaña para presentarse como el líder que ya resolvió el problema.