El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un comunicado oficial donde señala que, gracias a los informes de vigilancia epidemiológica, resultados microbiológicos y los protocolos médicos establecidos, no existe evidencia que confirme una contaminación generalizada. De las 12 muertes registradas, solo dos fueron atribuidas a la bacteria Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasa, una cepa resistente que puede provocar infecciones graves en neonatos con defensas bajas.
Complicaciones multifactoriales en neonatos prematuros
El MSP informó que la mayoría de los recién nacidos presentaban condiciones clínicas complejas relacionadas con nacimientos prematuros y muy prematuros, factores que complicaron significativamente su estado de salud y fueron determinantes en el desenlace fatal. Esto apunta a que las muertes no se deben a un solo factor, sino a múltiples causas médicas que involucran la fragilidad inherente de estos pacientes.
Continuidad operativa y refuerzo en medidas sanitarias
A pesar de la situación, la UCIN permanece activa, brindando atención continua a los neonatos ingresados. Como parte de las acciones para garantizar la seguridad, se han implementado medidas como la reubicación de recién nacidos, desinfección exhaustiva de las áreas afectadas, monitoreo permanente mediante toma de muestras clínicas, y un acompañamiento especial de un infectólogo para reforzar el manejo antimicrobiano. Además, se lleva a cabo una búsqueda activa de casos con hisopados rectales y se han reforzado las medidas de bioseguridad.
Desmentido a rumores sobre reutilización de insumos
El hospital negó categóricamente las acusaciones que circulan en redes sociales acerca de la reutilización indebida de insumos médicos, asegurando que estas versiones no tienen fundamento y solo contribuyen a generar alarma en la población.
Llamado a la responsabilidad y transparencia
Ante el impacto social y político del caso, el director del hospital y otro funcionario fueron convocados por la Asamblea Nacional para brindar explicaciones detalladas y transparentes sobre la situación. Se espera que estas instancias contribuyan a aclarar los hechos y fortalecer la confianza en el sistema de salud pública.
Conclusión
El trágico fallecimiento de 12 bebés en el Hospital Universitario de Guayaquil ha generado preocupación en la sociedad, pero las autoridades han sido claras en afirmar que no existe evidencia de una contaminación masiva. Los decesos están relacionados principalmente con la fragilidad y complicaciones propias de los neonatos prematuros, además de casos puntuales de infección por bacterias resistentes. La continuidad de protocolos estrictos y el compromiso institucional son vitales para controlar y prevenir futuros incidentes, manteniendo la atención médica adecuada para los pacientes más vulnerables.