Quito, 15 de septiembre del 2025.
Una joya canina olvidada: el Laekenois lucha por sobrevivir
El pastor belga Laekenois es una de las cuatro variedades de la familia de pastores belgas, junto con el Malinois, el Tervueren y el Groenendael. Sin embargo, a diferencia de sus parientes más reconocidos y difundidos en el mundo, el Laekenois se encuentra en una situación alarmante: está considerado en riesgo de extinción por la escasa cantidad de ejemplares registrados a nivel internacional.
Un guardián con historia
Originario de Bélgica, el Laekenois debe su nombre al castillo real de Laeken, donde fue criado y utilizado como perro guardián y pastor de rebaños durante el siglo XIX. Su función principal era proteger los campos de lino, una actividad agrícola fundamental en la región, evitando que los animales dañaran las cosechas.
Se caracteriza por su pelaje áspero, duro y de apariencia desordenada, que lo diferencia de las otras tres variedades del pastor belga. De tamaño mediano, musculoso y ágil, combina la resistencia de un perro de trabajo con un carácter leal, vigilante y equilibrado, lo que lo hace un compañero ideal tanto en tareas de protección como en la vida familiar.
Una población en declive
A pesar de su historia y virtudes, el Laekenois nunca alcanzó la misma popularidad que sus hermanos, especialmente el Malinois, ampliamente utilizado en cuerpos policiales y militares del mundo. Esta falta de difusión ha provocado que el número de ejemplares criados sea reducido, limitando la diversidad genética y aumentando el riesgo de desaparición.
Según datos de asociaciones caninas europeas, se estima que menos de 1.000 ejemplares puros son registrados anualmente en todo el mundo, una cifra que lo coloca en situación crítica. La pandemia de COVID-19 también impactó en los programas de crianza responsables, reduciendo aún más la reproducción controlada.
Riesgos y factores de amenaza
Entre las principales amenazas que enfrenta la raza destacan:
- Falta de popularidad: al ser poco conocido, la demanda de cachorros es baja.
- Competencia con otras variedades: el Malinois, por ejemplo, ha acaparado la atención de criadores y fuerzas de seguridad.
- Crianza no regulada: algunos ejemplares se reproducen sin controles de salud, lo que debilita la línea genética.
- Pérdida de funciones tradicionales: al disminuir la actividad de pastoreo en Europa, se redujo también su papel histórico como perro de trabajo.
Iniciativas de conservación
Para revertir esta situación, varias organizaciones de Bélgica, Francia y Estados Unidos han lanzado programas destinados a rescatar la raza. Estos esfuerzos incluyen:
- Registro y monitoreo de ejemplares para controlar la diversidad genética.
- Campañas de difusión para dar a conocer la raza entre familias y criadores responsables.
- Intercambio internacional de sementales con el fin de evitar la endogamia.
- Promoción de competencias y exposiciones donde el Laekenois pueda mostrar sus cualidades.
Algunos criadores insisten en que, además de su belleza rústica y su noble carácter, el Laekenois puede desempeñar un papel destacado en tareas de búsqueda, rescate y compañía, siempre que se fomente su crianza ética.
Una carrera contra el tiempo
Si bien el pastor belga Laekenois no ha desaparecido aún, los especialistas advierten que el tiempo juega en su contra. Si no se logra atraer el interés de nuevos propietarios y criadores responsables, la raza podría perderse en unas pocas generaciones.
Los defensores del Laekenois coinciden en que protegerlo no solo significa salvar a un perro de gran valor histórico y cultural, sino también preservar la diversidad genética canina, esencial para el equilibrio de las especies domésticas.