Quito, 15 de septiembre de 2025.
Transportistas de carga cuestionan plazo limitado de subsidio al diésel anunciado por el Ejecutivo.
El Gobierno de Ecuador anunció que la compensación dirigida al sector de transporte comercial, tras la eliminación del subsidio al diésel, se aplicará únicamente durante un periodo de tres meses. La medida se enmarca en el plan de desmonte de subsidios que entró en vigencia el 13 de septiembre, con el objetivo de reducir el gasto público y redirigir recursos hacia programas sociales y productivos.
Hasta la fecha de la reforma, el galón de diésel tenía un valor subsidiado de USD 1,80. Con la nueva disposición, el precio oficial para el sector automotor se fijó en USD 2,80 por galón, en tanto que a partir del 11 de diciembre se implementará un sistema de bandas de precios vinculado al mercado internacional.
La compensación anunciada contempla un apoyo transitorio para el transporte comercial —que incluye carga pesada, escolar, institucional, mixto y turístico— durante tres meses. En contraste, el transporte público de pasajeros, urbano e interprovincial, accederá a un beneficio por ocho meses, con la posibilidad de ampliarse por cuatro meses adicionales, según evaluaciones técnicas.
Desde las organizaciones del transporte de carga se han levantado voces críticas. Representantes gremiales advierten que el plazo establecido resulta insuficiente, dado que el combustible representa cerca del 35 % de los costos operativos. Transportistas señalan además que han trabajado con márgenes reducidos durante años y que este ajuste amenaza la sostenibilidad de sus actividades.
El Ejecutivo, por su parte, ha manifestado que la eliminación del subsidio al diésel busca aliviar las cuentas fiscales, que hasta el año pasado destinaban alrededor de USD 1.100 millones anuales a este rubro. Según autoridades, el redireccionamiento de dichos recursos permitirá financiar programas sociales, proyectos de infraestructura y medidas para mejorar el sistema de transporte público, sin incrementar el costo del pasaje para los usuarios.
No obstante, expertos advierten que la medida podría generar efectos secundarios en la cadena de suministros, ya que el alza en los costos de transporte de carga podría trasladarse a los precios de productos de consumo masivo, afectando a los hogares de menores ingresos.
En las próximas semanas, el Gobierno y los gremios del transporte mantendrán mesas de diálogo para evaluar el impacto de la compensación y las alternativas de adaptación del sector al nuevo esquema de precios de los combustibles.