El Chulla News | 11 de octubre de 2025
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó la participación de 13 organizaciones políticas y sociales en el referéndum de 2025, que incluye una pregunta clave: la reducción del número de asambleístas.
El debate va mucho más allá de una reforma técnica. Detrás del discurso sobre “ahorro y eficiencia”, el país enfrenta una lucha de poder que podría redefinir el mapa político.
Una exclusión polémica
El movimiento Revolución Ciudadana (RC), vinculado al expresidente Rafael Correa, fue excluido del proceso por supuestas irregularidades en su registro. Para sus dirigentes, se trata de una maniobra política. “Nos quieren callar porque saben que el pueblo no se come el cuento del ahorro democrático”, denunció la asambleísta Paola Cabezas.
Desde el oficialismo, el Gobierno celebra la exclusión y refuerza su campaña por el “Sí”. Según Noboa, reducir el número de asambleístas permitirá “tener un Estado más ágil y transparente”. Sin embargo, expertos constitucionales advierten que la propuesta no soluciona los problemas de fondo: la falta de representación y la corrupción sistémica.
El contexto social
El referéndum llega en un momento en que la popularidad de Noboa se encuentra golpeada por la crisis económica y el paro indígena. Los analistas lo ven como una jugada de distracción. “Es un intento de cambiar la conversación política. Mientras el país protesta, el Gobierno busca una victoria simbólica en las urnas”, explica el politólogo Santiago Torres.
Un pueblo escéptico
En las calles, el tema divide opiniones. Algunos ven con buenos ojos reducir el número de asambleístas, cansados de la corrupción; otros temen que sea un paso hacia la concentración del poder.
“Nos venden reformas como pan caliente, pero lo que necesitamos es justicia, no menos sillas en el Congreso”, comenta Andrea Herrera, comerciante quiteña.
El referéndum, más que una reforma institucional, podría convertirse en el reflejo de un país que ya no confía en sus líderes.