La madrugada de este jueves 11 de septiembre de 2025, un sismo de magnitud 4.2 se registró en la provincia del Guayas, generando momentos de alarma entre la población de Guayaquil y cantones cercanos. El movimiento telúrico ocurrió a las 04:37, con epicentro localizado a 25 kilómetros al suroeste de Daule y a una profundidad de 40 kilómetros, según informó el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
El temblor, aunque considerado de intensidad moderada, fue percibido en Guayaquil, Samborondón, Durán y Daule. Muchos ciudadanos reportaron haber despertado sobresaltados y salieron a las calles en busca de seguridad, en especial en edificios de altura. Las redes sociales se llenaron rápidamente de comentarios, fotos y videos donde se evidenciaba la preocupación de la población.
Las autoridades locales y organismos de emergencia activaron sus protocolos de seguridad para evaluar posibles daños. El ECU-911 confirmó que hasta el mediodía no se registraron víctimas ni daños estructurales graves, aunque se reportaron grietas menores en algunas viviendas en sectores periféricos de Daule y Samborondón. También hubo cortes breves de energía eléctrica en barrios de Guayaquil, lo que aumentó la sensación de miedo entre los habitantes.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, se pronunció a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter), asegurando que los equipos municipales estaban en alerta y trabajando en coordinación con los bomberos y la Secretaría de Riesgos. “No hay daños mayores ni emergencias reportadas, pedimos a la ciudadanía mantener la calma y estar atentos a la información oficial”, señaló.
Expertos del Instituto Geofísico explicaron que este tipo de sismos son frecuentes en la zona debido a la interacción de las placas tectónicas Nazca y Sudamericana, que convierten al Ecuador en uno de los países con mayor actividad sísmica en la región. Recordaron además la importancia de contar con planes de evacuación en los hogares y kits de emergencia.
El sismo coincidió con una jornada de alta tensión política y social en Guayaquil por la movilización convocada por el presidente Noboa, lo que amplificó la atención sobre el evento. A pesar de que no hubo consecuencias graves, la ciudadanía no dejó de expresar su preocupación por la vulnerabilidad de las edificaciones y la falta de campañas permanentes de prevención.
Este episodio vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de fortalecer las políticas de gestión de riesgos en el país. Las autoridades reiteraron que Ecuador, por su ubicación geográfica, debe convivir con la amenaza sísmica y que la mejor defensa es la prevención y preparación ciudadana.