Quito, 7 de agosto de 2025. Ecuador espera con urgencia los resultados de la cuarta ronda de negociaciones comerciales con Estados Unidos, en medio de la entrada en vigor de un arancel general del 15% a sus exportaciones, medida impulsada por la administración del presidente Donald Trump.
La medida responde al superávit comercial que Ecuador mantiene frente a EE.UU., con un saldo favorable de USD 1.604 millones en los primeros cinco meses de 2025. Durante ese período, Ecuador exportó USD 2.837 millones, mientras que importó solo USD 1.233 millones desde el país norteamericano.
Camarón, banano y cacao: los más afectados
Entre los productos más exportados al mercado estadounidense se encuentran el camarón, el banano y el cacao, pilares de la economía no petrolera ecuatoriana. Para estos sectores, el incremento arancelario representa una amenaza directa a su competitividad y pone en riesgo miles de empleos ligados al comercio exterior.
Según cifras del sector camaronero, Estados Unidos es el segundo destino de exportación, por lo que el nuevo arancel reduce márgenes de ganancia y puede trasladar parte del impacto a los productores nacionales.
Aranceles políticos: la estrategia de Trump
Este nuevo esquema arancelario forma parte de una estrategia política y comercial del presidente Trump, que busca reducir los déficits bilaterales de EE.UU. a través de impuestos a países con superávits comerciales. En la región, Ecuador ha sido uno de los más afectados debido a su balanza positiva sostenida con Estados Unidos en los últimos años.
Gremios y exportadores ecuatorianos han expresado su preocupación por el impacto inmediato de estas medidas, mientras el gobierno nacional intenta negociar una reducción de las tarifas o una exclusión parcial de ciertos productos.
La cuarta ronda: última esperanza a corto plazo
Las conversaciones técnicas y diplomáticas han continuado durante las últimas semanas. Sin embargo, los resultados aún no se han oficializado, y mientras tanto los aranceles ya comenzaron a aplicarse desde el jueves 7 de agosto. Esto significa que cada producto ecuatoriano que ingrese a EE.UU. desde esta fecha deberá pagar un 15% adicional, sobre los tributos ya existentes.
El Ministerio de Producción ha señalado que Ecuador está comprometido con lograr una relación comercial más equilibrada, pero insiste en que castigar al país por exportar más de lo que importa va en contra de los principios de libre mercado.
Conclusión
El futuro de las exportaciones ecuatorianas a Estados Unidos dependerá del resultado inmediato de estas negociaciones bilaterales. Si no se logra una excepción o reducción arancelaria, sectores clave como el camaronero y bananero podrían sufrir pérdidas millonarias y pérdida de competitividad frente a otros países de la región. Ecuador enfrenta un desafío crítico que pondrá a prueba su diplomacia económica y su capacidad para defender el trabajo de miles de ecuatorianos ligados al comercio exterior.