Quito, 4 de noviembre del 2025.
El norte de Afganistán sufre un fuerte terremoto: destruye viviendas y deja cientos de heridos.
Un potente sismo de magnitud 6,3 sacudió la zona norte de Afganistán durante la madrugada del lunes, causando al menos 27 fallecidos y cerca de un millar de personas heridas, según informaron fuentes oficiales y equipos de rescate.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro en el distrito de Kholm, perteneciente a la provincia de Samangan, a poca profundidad, lo que intensificó el impacto en áreas pobladas. Las provincias de Samangan, Balkh, Baghlan, Kunduz y Sar-e-Pul fueron las más afectadas, con reportes de derrumbes y daños estructurales en decenas de aldeas.
🏚️ Daños y labores de emergencia
Las autoridades locales reportaron que centenares de viviendas resultaron destruidas o severamente dañadas, sobre todo en comunidades rurales donde las construcciones son más vulnerables. Equipos de socorro y residentes continúan trabajando entre los escombros para localizar a posibles sobrevivientes.
En la ciudad de Mazar-i-Sharif, el histórico Blue Mosque sufrió desprendimientos de fragmentos de su fachada, aunque su estructura principal permaneció en pie.
Los hospitales de la región se encuentran saturados debido a la alta cantidad de heridos, la mayoría con fracturas y lesiones por la caída de muros y techos. El gobierno talibán aseguró que la mayoría de los lesionados están fuera de peligro y que las operaciones de rescate más urgentes han sido completadas.
🧭 Contexto y repercusiones
Afganistán se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del planeta, por lo que los terremotos son frecuentes y altamente destructivos, especialmente por la precaria infraestructura y la dificultad de acceso a regiones montañosas.
Este nuevo desastre llega en un momento crítico, ya que el invierno se aproxima y miles de personas han perdido sus hogares. Las autoridades han solicitado ayuda humanitaria internacional para proveer refugios, alimentos y asistencia médica de emergencia.
Organismos humanitarios advierten que el balance de víctimas podría aumentar a medida que se logre acceder a las zonas más aisladas y afectadas por el movimiento telúrico.