Sábado, 1 de noviembre de 2025 | Tecnología y Entretenimiento
Es el giro de guion más inesperado del año en la industria del entretenimiento. Durante los últimos 18 meses, la música ha estado en pie de guerra contra la Inteligencia Artificial. Liderando la carga estaba Universal Music Group (UMG), la discográfica más poderosa del planeta, que había calificado a la IA generativa de "fraude" y una "amenaza existencial", demandando a diestra y siniestra a plataformas que usaban las voces de sus artistas.
Hoy, 1 de noviembre de 2025, esa guerra ha terminado. En un movimiento que ha provocado un terremoto en la industria, Universal Music ha anunciado que no solo depone las armas, sino que se alía estratégicamente con varias de las principales plataformas de IA.
El mundo de la música, tal y como lo conocemos, acaba de cambiar para siempre.
Para entender la magnitud de esto, hay que recordar el pasado reciente. Estábamos acostumbrados a titulares sobre "canciones falsas" de Drake y The Weeknd que se volvían virales, a UMG forzando la retirada de su catálogo de servicios que "entrenaban" modelos con sus canciones sin permiso, y a artistas de primer nivel firmando cartas abiertas pidiendo protección contra el "robo" de sus voces e identidades.
La industria musical parecía estar cominendo el mismo error que cometió con Napster hace 25 años: en lugar de adaptarse a una tecnología imparable, intentaba destruirla en los tribunales.
El Giro de 180 Grados: ¿Por Qué Ahora?
El anuncio de hoy no es una rendición; es una maniobra de negocios brillante. Universal Music no ha podido frenar el tren de la IA, así que ha decidido convertirse en el conductor.
Según el comunicado, la discográfica ha llegado a acuerdos de colaboración con varias empresas de IA (cuyos nombres aún se negocian en los detalles finales). Estos acuerdos tienen tres pilares fundamentales:
- Monetización del Catálogo: Universal licenciará su vasto catálogo de música (que incluye desde The Beatles hasta Taylor Swift) para el entrenamiento "ético" de modelos de IA. ¿Qué significa esto? Que si un usuario quiere crear una canción "al estilo de..." un artista de UMG, la plataforma de IA pagará una regalía a la discográfica y al artista original. Se acabó el "todo gratis".
- Creación de Nuevas Herramientas: UMG colaborará directamente en el desarrollo de nuevas herramientas de IA. Esto les da un asiento en la mesa de diseño, permitiéndoles implementar tecnología de "marca de agua" (watermarking) y protección de identidad vocal desde el origen, asegurando que la voz de un artista no pueda ser clonada sin autorización explícita.
- Nuevos Horizontes Creativos: La parte más futurista. El acuerdo abre la puerta a que los propios artistas de Universal usen estas herramientas para crear música nueva, procesar sus voces, o incluso "revivir" voces de artistas fallecidos (con el permiso de sus herederos) para proyectos específicos, todo bajo un marco legal y de regalías claro.
La Lección de Napster: Si no puedes con ellos, cobra la entrada
La industria discográfica aprendió por las malas con la piratería digital que la prohibición no funciona. Napster y las descargas ilegales casi destruyen la industria, hasta que Spotify y Apple Music encontraron un modelo de negocio (el streaming) que hacía más fácil pagar que robar.
Universal está aplicando esa misma lección a la IA. Saben que la gente no dejará de crear música con IA. Por lo tanto, han decidido crear un sistema donde esa creación sea legal, rastreable y, sobre todo, rentable para ellos.
Este movimiento pone una presión inmensa sobre las otras grandes discográficas, Sony y Warner, que ahora parecen ir un paso por detrás.
Para los fans, esto significa que la avalancha de música generada por IA que se avecina será de mayor calidad y, curiosamente, "oficial". ¿Quieres escuchar a Frank Sinatra cantar un bolero de Bad Bunny? Es posible que pronto puedas hacerlo, y tanto el patrimonio de Sinatra como Bad Bunny recibirán un cheque por ello. La era de la IA musical "pirata" está a punto de terminar, dando paso a la era de la IA musical corporativa.