El SNAI confirma la escalada de violencia iniciada la madrugada del domingo. Familiares exigen respuestas ante la falta de control estatal en el centro penitenciario.
(Quito, 10 de noviembre de 2025) — La crisis carcelaria en Ecuador escribe hoy un nuevo y trágico capítulo. El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) confirmó esta mañana que la cifra de fallecidos tras los violentos disturbios registrados en el Centro de Privación de Libertad N.º 1 de El Oro, ubicado en Machala, ha ascendido a 27 personas. Las autoridades han detallado que la causa principal de las muertes fue asfixia, producto de la quema de colchones y el caos generalizado dentro de los pabellones de mediana y máxima seguridad.
Los incidentes comenzaron la tarde del domingo y se intensificaron durante la madrugada de este lunes 10 de noviembre. Según reportes preliminares, el detonante habría sido un operativo sorpresa de requisa y el anuncio del traslado de varios cabecillas de bandas delictivas a la cárcel de máxima seguridad "La Roca" en Guayaquil. Esta acción, parte del plan "Fénix" del gobierno de Daniel Noboa para retomar el control de los centros penitenciarios, encontró una violenta resistencia por parte de los grupos de delincuencia organizada (GDO) que operan en el interior del penal de Machala.
Testigos desde los exteriores de la cárcel reportaron haber escuchado detonaciones de armas de fuego y gritos desesperados durante horas, mientras columnas de humo negro se elevaban desde el interior del recinto. Pese a la rápida movilización de efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que establecieron un perímetro de seguridad, el control interno tardó horas en restablecerse.
El SNAI, en un comunicado oficial emitido cerca del mediodía, lamentó las pérdidas humanas e indicó que se ha iniciado una investigación exhaustiva junto a la Fiscalía General del Estado para determinar a los autores materiales e intelectuales de esta nueva masacre. "No cederemos ante las presiones de las mafias que intentan mantener sus privilegios dentro de los centros", aseguró el director del organismo, quien también confirmó que varios guías penitenciarios fueron retenidos temporalmente durante el amotinamiento, aunque ya han sido liberados.
En los exteriores de la morgue de Machala, decenas de familiares se han congregado desde tempranas horas exigiendo información oficial. La desesperación y el llanto marcan la jornada mientras esperan la lista definitiva de víctimas mortales. Organizaciones de derechos humanos han vuelto a alzar su voz, criticando la política de "mano dura" del gobierno que, según denuncian, no ha logrado frenar las muertes bajo custodia estatal y, por el contrario, parece exacerbar la violencia en un sistema ya colapsado por el hacinamiento y la corrupción.
Este nuevo incidente pone una vez más en tela de juicio la efectividad de los estados de excepción y la militarización de las cárceles como única respuesta a una crisis estructural. Mientras el gobierno se prepara para una nueva consulta popular enfocada en seguridad, la realidad en las cárceles sigue cobrando vidas, evidenciando que el control efectivo del sistema penitenciario sigue siendo una tarea pendiente y sangrienta para el Estado ecuatoriano.
Se espera que en las próximas horas el presidente Noboa se pronuncie sobre estos hechos, que ocurren en una semana clave para sus aspiraciones políticas de reelección.