La economía estadounidense volvió a ser el centro de atención mundial este jueves 11 de septiembre de 2025, luego de que los principales indicadores bursátiles se mantuvieran cerca de niveles récord a pesar de un repunte en los datos de inflación al consumidor. El informe del Departamento de Trabajo reveló que la inflación anual se ubicó en 3,6%, ligeramente por encima de lo esperado por los analistas, lo que generó incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
El índice Dow Jones Industrial Average se mantuvo con leves variaciones en torno a los 39.500 puntos, mientras que el S&P 500 cerró apenas 0,3% a la baja tras una apertura optimista. El Nasdaq, dominado por acciones tecnológicas, experimentó una caída de 0,5%, afectado por el retroceso de gigantes como Apple y Nvidia.
Los mercados reaccionaron con cautela, ya que, si bien el dato de inflación es mayor al esperado, los inversionistas confían en que la Fed mantendrá su plan de recortes graduales de tasas de interés hacia finales de año. El argumento central es que la economía estadounidense muestra señales de resiliencia, con un mercado laboral sólido y un consumo interno que, aunque se modera, continúa siendo fuerte.
“Estamos en un punto de equilibrio muy delicado”, comentó la analista financiera Ellen Torres de JP Morgan. “La Fed sabe que debe controlar la inflación, pero también es consciente de que un endurecimiento excesivo podría frenar la recuperación global”.
En Wall Street, la atención también estuvo puesta en las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, quien aseguró que la institución seguirá actuando con “prudencia” y que cualquier ajuste dependerá de los datos que se presenten en los próximos meses. No obstante, reiteró que la meta de llevar la inflación al 2% “sigue intacta”.
La volatilidad del dólar frente a otras monedas fue otra consecuencia inmediata del reporte. Mientras la divisa estadounidense se fortaleció frente al euro y el yen, mostró retrocesos en mercados emergentes, donde los inversionistas buscan refugio en activos considerados más estables.
En América Latina, las bolsas de México, Brasil y Chile reportaron leves pérdidas, siguiendo la tendencia de Wall Street. La preocupación radica en que un dólar fuerte encarece el servicio de la deuda externa y podría desacelerar las exportaciones.
Los inversionistas internacionales miran con atención no solo los datos macroeconómicos, sino también factores geopolíticos. La tensión entre Rusia y Polonia, sumada a los conflictos en Medio Oriente, agrega incertidumbre a los precios del petróleo, que se han mantenido cerca de los 82 dólares por barril.
En conclusión, la economía estadounidense se mantiene en terreno de crecimiento, pero bajo la sombra de una inflación que no termina de ceder. El pulso entre la Fed y los mercados será determinante para definir si este 2025 termina como un año de expansión controlada o de turbulencias financieras.