Quito, 2 de octubre del 2025.
Escuelas bajo tierra: Niños ucranianos reciben clases en búnkeres para protegerse de los bombardeos.
El inicio del año escolar en Ucrania se desarrolla bajo tierra para miles de niños. Ante los continuos ataques aéreos rusos y la destrucción de centros educativos, las autoridades han adaptado refugios y búnkeres subterráneos como aulas, con el fin de garantizar que los estudiantes no interrumpan su formación académica.
Escuelas bajo tierra
En ciudades como Járkov, Sumy y partes de Zaporiyia, las escuelas funcionan en sótanos, estaciones de metro y antiguos refugios soviéticos. Estos espacios han sido equipados con ventilación, electricidad, pupitres y divisiones improvisadas para separar las clases. Debido a la falta de espacio, los cursos se dictan por turnos, y los recreos son breves para minimizar los riesgos de exposición en la superficie.
Una infancia en resistencia
Los alumnos, muchos de ellos de entre 6 y 12 años, han aprendido a convivir con el sonido de las sirenas antiaéreas. Aunque reconocen que la educación en búnkeres no es la ideal, aseguran sentirse más seguros en esos espacios. Profesores y familias destacan que mantener la rutina escolar es fundamental para reducir el impacto emocional de la guerra en los más pequeños.
Un futuro incierto
Según organismos internacionales, más de 3.000 instituciones educativas han sido destruidas o dañadas desde el inicio de la invasión en 2022. La comunidad internacional ha advertido sobre el riesgo de una generación marcada por la pérdida de clases y el trauma psicológico, mientras el conflicto se prolonga sin un horizonte claro de solución.
“Queremos que nuestros hijos aprendan, que sueñen, que piensen en un futuro distinto al de la guerra”, dijo una madre en Járkov al inaugurar una de las nuevas aulas subterráneas.