Después de dos semanas de angustia, improvisación y reclamos ciudadanos, el Municipio de Quito anunció que el servicio de agua potable comenzó a restablecerse progresivamente en varias parroquias del sur de la capital. El corte prolongado, que afectó a sectores como Guamaní, Chillogallo, La Ecuatoriana y Quitumbe, fue provocado por una falla crítica en el sistema de captación La Mica–Quito Sur.
Durante catorce días, más de 250.000 personas vivieron sin acceso regular a agua potable, dependiendo de tanqueros, almacenamiento en bidones y ayuda de vecinos. Esta situación generó descontento en la ciudadanía, quienes realizaron plantones en exigencia de soluciones rápidas y transparentes.
El alcalde Pabel Muñoz explicó que el problema se debía a un daño estructural en una tubería de distribución que compromete el abastecimiento. Los trabajos para su reparación incluyeron excavaciones, soldaduras de emergencia y pruebas de presión que finalmente permitieron recuperar el caudal hacia los reservorios.
A pesar del anuncio de restablecimiento, el Municipio advirtió que el retorno será paulatino y con posibles fluctuaciones en la presión. Asimismo, se mantendrá la distribución mediante tanqueros en los barrios que aún presenten dificultades.
La crisis hídrica puso en evidencia la fragilidad de los sistemas de abastecimiento de Quito y la necesidad urgente de inversión en infraestructura, planificación urbana y mantenimiento preventivo. La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable (EPMAPS) informó que se destinarán recursos para reforzar las redes secundarias y evitar futuras emergencias.