El escenario internacional sigue marcado por una tensa combinación de conflictos y esfuerzos diplomáticos. Desde Oriente Medio hasta Europa del Este y África, el mundo enfrenta múltiples crisis simultáneas, pero también intenta construir puentes de diálogo.
Uno de los focos más graves continúa siendo el conflicto en Ucrania, donde las ofensivas rusas y las contraofensivas ucranianas mantienen una guerra prolongada, sin una resolución a la vista. Mientras tanto, la mediación de países como Turquía, China y el Vaticano ha generado tímidos espacios de negociación.
En el Medio Oriente, las tensiones entre Israel e Irán aumentan, especialmente por las recientes maniobras militares en el Golfo Pérsico y los rumores sobre el desarrollo nuclear. Sin embargo, también se han abierto canales diplomáticos discretos para evitar un conflicto mayor.
Por otro lado, cumbres multilaterales como el G20, el Foro de Paz de París y la Asamblea General de la ONU buscan reactivar el multilateralismo y reforzar acuerdos sobre cambio climático, inteligencia artificial y comercio justo.
La diplomacia internacional enfrenta el reto de mantener la paz en un mundo polarizado, mientras surgen nuevos actores regionales con peso geoestratégico, como India, Brasil y Sudáfrica.