En una rueda de prensa ofrecida el lunes 4 de agosto de 2025, la portavoz del Gobierno Nacional, Carolina Jaramillo, informó que las reservas de agua en los principales embalses hidroeléctricos del país alcanzan el 95% de su capacidad, gracias a las lluvias constantes registradas en las últimas semanas, especialmente en el sur del Ecuador.
Entre los embalses más importantes, Amaluza y Mazar se encuentran al 100%, mientras que Pisayambo alcanza el 99,1% y Daule – Peripa el 86,1%. Esta situación contrasta con la de agosto de 2024, cuando comenzó una importante disminución en los niveles hídricos.
“El buen manejo de las reservas ha sido clave para evitar apagones”, recalcó Jaramillo, asegurando que no habrá cortes de energía durante la época de estiaje, que normalmente afecta al país entre los meses de agosto y septiembre.
Mazar, al máximo: una señal alentadora para la matriz energética
El embalse de Mazar, considerado el más importante del país, mantiene un nivel de 2.153 metros sobre el nivel del mar, lo que indica que opera a su capacidad máxima. Este embalse, junto con otros en la región del Austro, se ha beneficiado del incremento del caudal de los ríos provocado por las fuertes precipitaciones.
El Gobierno resalta que esta recuperación no solo se debe a factores climáticos, sino también a una gestión eficiente y anticipada del recurso hídrico.
Nueva estrategia: alquiler de energía flotante por hasta 230 megavatios
Tras la declaración de desierto en el proceso anterior para contratar 260 megavatios de electricidad, el Ejecutivo anunció un nuevo concurso para el alquiler de energía flotante que cubrirá hasta 230 megavatios. Este respaldo energético permitirá mantener la estabilidad del sistema, incluso si se presentaran contingencias durante el estiaje.
“Una vez que el concurso quedó desierto, inmediatamente se abre un nuevo proceso. Lo anterior queda insubsistente”, explicó la vocera presidencial.
Conclusión
El panorama energético de Ecuador se presenta alentador gracias a la recuperación de las reservas hídricas y a las acciones preventivas del Gobierno. Con embalses casi llenos y el respaldo de energía flotante, el país se prepara para afrontar el estiaje sin interrupciones eléctricas. La gestión oportuna y las condiciones climáticas han jugado a favor de la seguridad energética nacional.