La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) confirmó su participación en la movilización nacional del 11 de septiembre en Guayaquil, pero no como un respaldo al presidente Daniel Noboa, sino como parte de su estrategia de oposición. La organización indígena, una de las más influyentes del país, anunció que iniciará una campaña por el “No” en la consulta popular de noviembre.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie, declaró que la movilización no debe ser interpretada como un apoyo al Gobierno, sino como un espacio de protesta y presencia indígena en la arena política nacional. “Estamos en contra de que el poder se concentre en el Ejecutivo y de que se utilice la inseguridad como excusa para modificar las reglas del juego”, afirmó en declaraciones a la prensa.
La postura de la Conaie tiene un impacto significativo, pues históricamente la organización ha jugado un papel decisivo en procesos políticos y sociales del Ecuador. Su capacidad de movilización en las comunidades rurales y urbanas es vista como un factor clave en la campaña de cara al referéndum. Al impulsar el “No”, la organización busca canalizar el descontento ciudadano hacia una alternativa que limite los poderes de Noboa.
La estrategia de la Conaie se suma a la de otros colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos de oposición que también han mostrado recelo frente a las preguntas planteadas por el Ejecutivo. Según sus voceros, el presidente busca consolidar un proyecto personalista, dejando de lado el diálogo con otros sectores del país.
Durante la jornada de la marcha, la Conaie desplegó banderas, consignas y carteles que destacaban mensajes críticos al Gobierno. En algunos puntos de la concentración hubo fricciones con manifestantes oficialistas, aunque la situación no escaló a mayores enfrentamientos gracias al resguardo policial.
El rechazo de la Conaie al proceso de consulta también tiene un trasfondo histórico: la organización ha mantenido una postura crítica frente a los gobiernos de turno, sean de izquierda, centro o derecha. Su discurso gira en torno a la defensa de los derechos colectivos, la autonomía de los pueblos indígenas y la oposición a políticas que, a su criterio, perpetúan la desigualdad estructural.
En las próximas semanas, la Conaie iniciará recorridos por comunidades y provincias, organizando mingas, foros y asambleas populares para difundir su posición. Además, se prevé que articule esfuerzos con movimientos estudiantiles y sociales para fortalecer la campaña por el “No”.
La disputa por la consulta popular ya no se perfila solo como un enfrentamiento entre el Ejecutivo y la oposición política tradicional, sino también como un pulso con los movimientos sociales más influyentes del país. Con la Conaie en contra, el presidente Noboa enfrenta un desafío mayor para lograr un respaldo contundente a su proyecto.