El Gobierno de Estados Unidos confirmó que el Secretario de Estado, Marco Rubio, realizará una visita oficial a México y Ecuador entre el 2 y el 4 de septiembre de 2025, en un recorrido que busca reforzar la cooperación regional en temas de seguridad, migración y comercio. Esta será la primera visita del diplomático a Sudamérica desde que asumió su cargo en la administración del presidente Donald Trump, y marca un punto de inflexión en la relación entre Washington y Quito.
Según un comunicado del Departamento de Estado, Rubio tiene previsto reunirse con el presidente Daniel Noboa, además de mantener encuentros con ministros de Economía, Interior y Defensa. El objetivo principal será “profundizar la colaboración bilateral en la lucha contra el narcotráfico, mejorar los mecanismos de control migratorio y reforzar la cooperación en materia de inversión”.
La agenda incluirá también la revisión de proyectos financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), enfocados en desarrollo social y comunitario, así como programas de apoyo a la seguridad ciudadana. De acuerdo con fuentes diplomáticas, Washington considera a Ecuador un aliado clave en su estrategia hemisférica frente al avance de la influencia de China y Rusia en la región.
La visita ocurre en un contexto de fuertes tensiones regionales. Por un lado, el aumento de flujos migratorios hacia el norte ha generado presión en países como México y Estados Unidos, que buscan frenar la movilidad irregular con acuerdos más estrictos. Por otro, Ecuador enfrenta una crisis de seguridad marcada por el auge del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia carcelaria. Ante esto, la administración de Noboa ha buscado un respaldo internacional que le permita reforzar sus capacidades institucionales y tecnológicas.
En el ámbito político, Rubio también tiene previsto reunirse con representantes de la sociedad civil y de la Asamblea Nacional, lo que ha sido interpretado como un gesto para mostrar apoyo a la institucionalidad democrática del país. Se espera que aborde temas sensibles como la transparencia electoral, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del Estado de derecho.
Desde la perspectiva económica, la visita abre la posibilidad de ampliar las negociaciones para un acuerdo comercial más robusto entre ambos países. Actualmente, Ecuador exporta principalmente productos agrícolas y pesqueros hacia Estados Unidos, mientras que importa maquinaria, tecnología y servicios. Voceros de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-Americana consideran que esta visita puede ser “una puerta abierta para diversificar exportaciones y atraer inversión extranjera directa”.
Por su parte, el canciller ecuatoriano, Gabriela Sommerfeld, aseguró que el viaje de Rubio “confirma que Ecuador ocupa un lugar estratégico en la política exterior de Washington” y adelantó que se busca concretar convenios de cooperación en ciberseguridad, inteligencia policial y programas de capacitación para fuerzas de seguridad.
En el plano internacional, analistas consideran que esta visita es también un mensaje político hacia gobiernos vecinos, especialmente en un momento en que países como Venezuela y Bolivia han reforzado sus alianzas con China y Rusia. “Rubio viene a marcar presencia y a recordar que Estados Unidos sigue siendo el socio principal de la región”, señaló el politólogo Esteban Santos.
De esta forma, la llegada del alto funcionario estadounidense no solo refuerza la agenda bilateral, sino que también coloca a Ecuador en el centro del tablero geopolítico regional. Lo que se negocie en estos días podría tener efectos duraderos en la seguridad, la economía y la política exterior del país