Quito, Pichincha, 27 de octubre de 2025 – La capital ecuatoriana se encuentra inmersa en un periodo de alta vulnerabilidad debido a la intensidad de las lluvias que han azotado la ciudad en las últimas semanas de octubre. Este lunes, la tónica se ha mantenido con múltiples emergencias que han requerido una respuesta inmediata y coordinada de las autoridades municipales, el Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional. Los reportes del Municipio confirman la atención a 14 emergencias relacionadas con las precipitaciones, que abarcan desde inundaciones en zonas bajas hasta graves movimientos en masa.
El incidente más significativo ocurrió en el sector de San Antonio de Pichincha, donde un deslave de grandes proporciones sepultó parte de una vía y amenazó varias viviendas. La maquinaria municipal y los equipos de gestión de riesgos se desplegaron de inmediato para limpiar el área y realizar evaluaciones técnicas. El aluvión, aunque controlado, dejó a varias familias en una situación precaria, obligando a activar el Fondo de Emergencia Municipal para proveer asistencia, incluyendo la entrega de enseres y kits de ayuda. La geografía montañosa de Quito y la alta densidad poblacional en laderas hacen que este tipo de fenómenos sean una amenaza constante, especialmente cuando las lluvias superan los umbrales históricos.
Las inundaciones también generaron caos vehicular. Calles en el norte y sur de la ciudad se vieron anegadas, colapsando el sistema de alcantarillado. Un tramo de la Ruta Viva tuvo que ser cerrado totalmente debido a un siniestro de tránsito que dejó seis heridos, en un accidente que se presume fue agravado por la calzada mojada. Otro choque múltiple en la Avenida Simón Bolívar, una de las principales vías rápidas de la ciudad, se sumó a la lista de incidentes viales relacionados con el temporal.
Sin embargo, en medio del caos, la jornada estuvo marcada por un evento de rescate que capturó la atención pública: la exitosa operación para salvar a tres excursionistas de nacionalidad alemana que se habían extraviado en el Rucu Pichincha. Los turistas se perdieron en las complejas rutas del volcán, un destino popular que, con la niebla y la lluvia, se convierte en un terreno traicionero. El trabajo coordinado de los rescatistas del Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional fue fundamental para ubicarlos y evacuarlos sanos y salvos, subrayando la experiencia de los equipos ecuatorianos en rescates de alta montaña.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) mantiene la alerta, pronosticando que las lluvias de variable intensidad, con posibilidad de tormentas eléctricas y granizo, continuarán. Las autoridades municipales han hecho un llamado a la ciudadanía para extremar precauciones, evitar arrojar basura en sumideros y reportar de inmediato cualquier signo de deslizamiento o acumulación de agua. La capital se enfrenta a un desafío continuo de mitigación y prevención, buscando evitar que los eventos climáticos de octubre se traduzcan en una tragedia mayor.
